Rafael Coronel, adiós al artista discreto, solidario.
Adiós en su domicilio. Rafael Coronel Arroyo 1931 2019
Por Gerardo Romo/// Ágora Digital
Zacatecas.- Rafael Coronel antes que artista excepcional, era un buen ser humano. Era común en él que maravillara a sus sobrinos pequeños contándoles algunas de sus historias de viajes por Europa.
Y a su regreso a casa luego de las travesías, el maestro Rafael siempre volvía con un pequeño regalo para sus sobrinos.
Así lo recuerda Roberto Coronel Nava a quien Rafael, el artista solidario, apoyó económicamente para que concluyera sus estudios de maestro. “Soy maestro gracias a él”, dice entre lágrimas el hijo de Roberto Coronel Arroyo, también artista, pero en la confección de prendas de vestir.
Seguramente, la confesión de su sobrino, al maestro no le hubiera gustado, pues solía ser discreto y decía frecuentemente, “le cae al que diga algo”, como advertencia a sus allegados cuando sabían que ayudaba a alguien.
La banda de música del Estado acompañó el cortejo fúnebre con las cenizas del pintor y coleccionista Rafael Coronel.
Durante el homenaje organizado por el Gobierno estatal y la comunidad artística se reconoció en el maestro a un profeta en su tierra y siempre orgulloso de ser zacatecano, lo que nunca negó.
Desde la que fue su casa de nacimiento, en Allende 109, en pleno centro histórico, hasta el museo que él fundó en 1990, niños por ambos lados de las aceras siguieron el recorrido con pañuelos blancos y aplausos (fueron dos kilómetros de recorrido).
A su llegada a Catedral, el obispo Sigifredo Noriega aseguró que Zacatecas y la humanidad fueron bendecidos por Dios con su hijo Rafael Coronel, que supo plasmar la belleza, y los contrastes de la realidad con libertad creativa.
Sus amigos, que lo acompañaron y conocieron resaltaron que la mayor cualidad de Coronel no estaba en su intensidad en el color al pintar azules o rojos intensos característicos en su obra junto a su formación académica rigurosa, sino en su generosidad y sencillez.
No le gustaban los homenajes ni reconocimientos, prefería el perfil bajo, aunque se sabía reconocido mundialmente.
“Él no hubiera estado de acuerdo con ningún homenaje”, aseguró José Esteban Martínez, amigo de Coronel desde hace por lo menos 25 años.
Apasionado del ser humano, viajero incansable, y con un talento innato que desarrolló en buena medida en el taller de su suegro Diego Rivera durante 20 años para forjar su propio legado y estilo, sus amigos coincidieron que su obra Coronel será recordado por siempre.
“Lo que más le enorgulleció a Rafa era su museo, qué mayor generosidad que dejarnos a los zacatecanos y al mundo ésas colecciones únicas”, consideró Martínez quien conoció a Coronel por azres del destino en la dirección de artes plásticas del INBA.
“Los pintores primero tienen que aprender a dibujar antes de hacer cualquier cosa”, solía decir el maestro.
El gobernador del Estado, Alejandro Tello, aseguró que Coronel deja una huella indeleble para el mundo“ Generación tras generación lo recordarán”, dijo. “Zacatecas se duele por la pérdida de uno de sus artistas más prolíficos y destacados”.
Entre sus amigos pintores y artistas como Alfonso López Monreal, Ismael Guardado, Emilio Carrasco, Jesús Reyes Cordero y José Esteban Martínez no sólo coincidieron que el maestro Coronel dejó un legado de enseñanza inagotable.
“Él en sí mismo era una escuela”, asegura Martínez.
Aunque Coronel es un artista universal, su museo no es tan conocido como se quisiera, ni siquiera por los zacatecanos, a pesar de tener la colección de máscaras, y títeres más grande del mundo.
“Los zacatecanos no conocen el museo (Rafael Coronel), pero se sienten orgullosos del museo”, reconoce Mateo Rivera, sub director del lugar.
Para Manuel González Ramírez, cronista de la ciudad, Rafael Coronel es un caso excepcional pues sí fue profeta en su tierra y la historia le donará la inmortalidad.