«Somos un circo», estampa del Congreso local

Por Gerardo Romo /// Ágora Digital

  • Los legisladores no pueden por sí solos beneficiar a los estados, a no ser que los que conducen a la ciudadanía se comporten con sabiduría. Así que las leyes son útiles cuando se portan bien, pero si se comportan mal para nada sirven.. Carta de Solón a Epiménides, En: Diógenes Laercio I, 74

Zacatecas,(15-10-2022).- El cúmulo de omisiones recurrentes de la mayoría de los 30 diputados y diputadas está por convertirlos en el peor Congreso local de la historia, si siguen por el camino de violar reiteradamente la ley Orgánica en mandatos tan claros como asistir a las sesiones, sesionar al menos 2 veces al mes en sus comisiones, elaborar planes de trabajo anuales para trabajar en comisiones y desde luego regresar al territorio donde repartieron a la gente sonrisas y promesas.

“No somos honorable legislatura, somos un circo, y el pueblo nos va a venir a poner en nuestro lugar”,  les advirtió ayer José Luis Figueroa a sus compañeros al reprocharles sus pactos facciosos que impidieron primero  la comparecencia de Humbelina Elizabeth López Loera, Secretaria de la Función Pública de Gobierno del Estado el martes pasado  y ayer, de la Secretaria de Educación Maribel Villalpando.

En redes sociales a las y los legisladores del llamado bloque «conservador» del PRI-PT-PAN Movimiento Ciudadano y PRD los calificaron como ridículos, luego de que durante la comparecencia del general Adolfo Marín, Secretario de Seguridad Pública, ingresaron un féretro, le exigieron su renuncia y al término de ésa maratónica sesión todas y todos posaron sonrientes en torno al general.

La lista de irresponsabilidades legislativas en las que incurre el Congreso local es constante desde que entró en funciones, mucho ante de la glosa del primer informe, aunado a los pleitos legales que llevaron al Congreso a una de sus mayores parálisis porque entre los partidos pelearon por tener los órganos de control de este poder por hoy descontrolado.    

Como ejemplo, desde el mes de junio, el Congreso local debió designar al nuevo  titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, no lo han hecho, por falta de consenso no eligieron al sucesor o sucesora de la doctora María de la Luz Domínguez, por lo que deberán reponer el procedimiento.

A la fecha, tras poco más de un año de instalación, la 64 Legislatura continúa sin designar al responsable del órgano Interno de Control, cuya labor principal es prevenir detectar y abatir posibles actos de corrupción. Dentro de sus atribuciones está realizar una verificación aleatoria sobre las declaraciones patrimoniales, y de conflicto de intereses; al tiempo que debe promover la transparencia y el apego a la legalidad de quienes cobran en este poder cobran cada 15 días.

El dictamen sigue en la congeladora de la Comisión del Sistema Estatal Anticorrupción que preside el morenista Ernesto González, quien también es Presidente de la Mesa Directiva.

Las y los legisladores tampoco han asumido su responsabilidad de legislar a favor de la despenalización del aborto en Zacatecas, demanda recurrente de las colectivas feministas que busca reivindicar el derecho a decidir libremente de las mujeres sobre sus cuerpas.

En la legislatura local también prevalece al menos un rezago legislativo de al menos 800 asuntos, que según distintos asesores y encargados del llamado apoyo legislativo, no se han solventado por la ausencia de trabajo en la mayoría de las comisiones legislativas.

La teoría política, dice que la conducta del legislador debe ser excelsa, dado que al ejercer la política, dirige los destinos de un país.

«La ética orientada al legislador tiene como eje dotarle de cualidades a fin de formarlo en el espíritu de lo público para comprender así la misión encomendada: servir a la sociedad a la que se representa mirando siempre por el beneficio del Estado», afirma Óscar Diego Bautista, catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de México

Apelamos y deseamos que la virtud guíe el quehacer parlamentario de Zacatecas, es lo que merecemos, ni más, ni menos.

Fuego feminista en espera de respuestas legislativas. Foto: Flor Castañeda