Christian López Soriano, el primer percusionista egresado en la historia de la UAZ
Por Gerardo Romo/// Ágora Digital
Zacatecas,(06-03-2023).-.- Desde que estaba en el vientre de su madre Christian no paraba de moverse, a los tres años el niño usaba cubetas, cacerolas, todo lo que tuvieran enfrente para tocar como su tío baterista, al que no paraba de mirar e imitar.
A los 8 años, Christian fue aceptado en la escuela de música de Jerez, donde maestros cubanos a los que encabezaba el profe “Mayito” le hizo una prueba y la pasó. Con el niño, a quien le vieron un talento especial hicieron una excepción, pues usualmente aceptaban niños y niñas de los 12 años de edad en adelante.
Ahora, ése pequeño, oriundo de Jerez, tierra de músicos prominentes y cuna de las artes en el País hizo historia.
Christian López Soriano es el primer percusionista egresado de la licenciatura en la Unidad Académica de Artes de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Cuando Cristian toca la primera nota de su marimba entra en un trance, se mimetiza con su instrumento, cierra los ojos, respira con fuerza y toca con intensidad tal que te hace vibrar de pies a cabeza.
Cristian, dicen sus maestros y amigos es un joven con carisma y un talento especiales, no dudan que se podrá convertir en el mejor músico de marimba en el mundo.
“Vas a llegar muy lejos si continúas con ésa pasión y ésa disciplina”, le augura Manuel Eduardo Melgarejo Betancourt, su maestro de marimba en la licenciatura y pareja con quien ha hecho duetos que los han llevado a destacar en concursos internacionales en Suiza, donde obtuvieron un segundo lugar.
Él sabe que el camino de la música es largo, más parecido a una carrera de resistencia que de velocidad, donde la constancia y la disciplina son claves.
“Me siento muy orgulloso y agradecido, la licenciatura es una etapa inicial, como el kínder, siento que todavía puedo lograr más, me gustaría mucho poder estudiar una maestría en Europa, es lo que mis maestros me han sugerido, sólo que poder estar allá y hacer la audición es muy caro”, dice Cristian con su larga melena, un pircing en la nariz y la mirada bien puesta en su meta de convertirse en uno de los mejores exponentes de la marimba en nuestro planeta.
Su clave para convertirse en el primer percusionista de la UAZ es que el don de la música que habita en sus genes con un abuelo violinista, su padre, guitarrista y su tío baterista, él lo puso a trabajar con disciplina de hasta 8 o 10 horas al día. Así durante 10 años de estudios, que continuarán.
“La disciplina y el sacrificio son muy importantes, tuve que dejar fiestas, cumpleaños, convivencias familiares y quedarme encerrado por horas y horas, estudiar, leer escalas, rudimentos, técnica, partitura, timbal sinfónico, multi percusión…”
El violinista cubano Ricardo Justiz, asegura que egresados como Christian López son la muestra de la calidad en la Escuela de Artes de la UAZ que es poco valorada.
Incluso lamenta que en Zacatecas a pesar de tener un excelente semillero de músicos en la Unidad Académica no existe una Orquesta Sinfónica como si la tienen en estados como Aguascalientes y San Luis Potosí, a pesar de que paradójicamente allá no cuentan con escuela de música con calidad universitaria
“Capacidad, paciencia y amor, son claves para un buen músico, quien se hace además con el buen con 10 por ciento de talento y 90 por ciento de trabajo”, dice. “Talentos como el de Christian están hechos para que vuelen y surquen horizontes a nivel internacional, aunque por desgracia eso lo tienen qué hacer porque aquí en Zacatecas no se pueden desarrollar, no hay condiciones para eso, están obligados a salir”, admite.
Christian quería ser baterista como su tío, pero gracias a su maestro Manuel Melgarejo, descubrió que la marimba lo acompañará el resto de su vida.
“Yo soy músico de Marimba por el maestro Melgarejo, cuando la descubrí me di cuenta que suena hermoso y me quedé con ella”, dice el joven músico quien tiene como sus referentes en este instrumento a los maestros Eric Sammut, Claude Debussy, Jovan Nebojsa y el mexicano Israel Moreno.
Otra de las claves por la que a Christian se le augura un futuro prometedor en la música es porque es un obsesionado de la técnica y gusta mucho de investigar las piezas que estudia para interpretar, al grado tal que incluso busca establecer contacto directo con los compositores para entender mejor lo que tocará.
Christian es una muestra no sólo de que “el trabajo todo lo vence” sino de la necesidad de que el núcleo social que le rodea sea capaz de instrumentar la sororidad colectiva para construir esperanza en las personas y que Christian hoy sea esperanza para su pueblo que tanto necesita de la paz que trae consigo la música, el arte, la belleza.