Arriesga su vida en hospital COVID en turnos de 18 horas por 108 pesos diarios
Por Gerardo Romo/// Ágora Digital
- En promedio a Erick Villareal le llegan a pagar 6 pesos la hora por atender a pacientes con la COVID-19 en el hospital de la UNEME de la Secretaría de Salud.
- En los 103 días de trabajo en la UNEME a Erick sólo le han aplicado una sola vez la prueba de PCR para detectar si es o no portador de la COVID-19, afortunadamente salió negativo; este patrón ocurre con la mayoría del personal de este hospital, sean médicos, enfermeras, camilleros, personal de limpieza o de servicio social.
Zacatecas,(30-06-2020).-Erik Villareal trabaja hasta 18 horas en un día en el hospital (UNEME) COVID de la Secretaría de Salud del Estado, por un sueldo de 108 pesos diarios. Así arriesga la vida por ayudar a salvar la de otros.
Tampoco tiene seguridad social, y mucho menos acceso a un crédito de vivienda o prestaciones, él es uno de los centenares de trabajadores del sector salud de Zacatecas que viven en la incertidumbre, pues trabajan por contrato.
Como técnico radiólogo ha tomado tomografías computarizadas o placas de la zona pulmonar a por lo menos 40 pacientes, entre portadores del virus SARS-CoV-2 y algunos sospechosos de tenerlo.
«Cuando me notificaron que estaría atendiendo a pacientes con la COVID-19, sentí mucha adrenalina, sabemos que estamos arriesgando nuestra vida por un salario mínimo, pero uno lo hace por vocación. Arriesgarte a que salga contagiado, estoy aislado de mi familia, tengo más de cien días que no los veo, pero prefiero que el riesgo lo tenga yo y no ellos», dice.
Cuando en los rayos X se observan incrustadas bolas como de algodón en los pulmones, quiere decir que el paciente tiene un alto grado del virus SARS-CoV-2 y por eso se le dificulta respirar, así lo explica Erick. Así lo vio con una paciente que ingresó de Fresnillo los primeros días de abril.
«Recuerdo el caso de una mujer de Fresnillo que llegó con el médico para que le hiciera la tomografía, estaba muy platicadora, decía que no tenía nada, que se sentía bien y en un lapso no mayor de 15 minutos la tuvieron que intubar, afortunadamente se recuperó después de 25 días a pesar de ser hipertensa», cuenta.
De manera habitual, el turno de Erik es de 2 de la tarde, a 9 de la noche; pero recuerda que al menos en 10 ocasiones, desde que la UNEME es exclusiva para pacientes con la COVID-19 ha cumplido en 103 días turnos de 18 horas, entrando a las 14:00 horas, saliendo a las 07:30 horas del día siguiente.
«Si sirves a la humanidad, habrá un momento que se te va a retribuir, sin bajar bandera”, dice convencido.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda que para evitar el llamado síndrome de «agotamiento físico y mental en el personal de primera línea («Bornoaut»), los turnos deben ser de 6 horas diarias en lo referente al trabajo con pacientes que padecen la COVID-19.
Este joven de 27 años de edad es técnico radiólogo de la Secretaría de Salud desde hace 6 años, siempre ha tenido el mismo sueldo, 108 pesos diarios desde que empezó en el municipio de Río Grande.
Desde entonces hasta la fecha el joven ha luchado porque se mejoren sus condiciones salariales, y laborales, pues ha sobrevivido de contrato en contrato, sin tener prestaciones y, aunque suene surrealista, tampoco tiene seguridad social, es decir; si se enferma, no sabe quien lo atenderá, tampoco puede pensar en tener una casa propia, bueno, si lo piensa, pero por su condición actual, no podría tener un patrimonio propio vía un crédito.
El joven ha planteado su situación de injusticia laboral a la Secretaría de Salud, a su lider sindical Norma Castorena y hasta a la directora de la UNEME , la doctora Jéssica Beatriz Moreno, pero las cosas no han cambiado.
Bueno sí, lo único que ha cambiado es que cada vez atiende más pacientes.
A él le tocó revisar al primer paciente que llegó a la UNEME como portador del virus el 20 de Marzo, 103 días después la entidad acumula 886 personas contagiadas, de las cuales 101 personas han muerto.
«Yo he planteado la necesidad de mejorar mis condiciones laborales en salario y en busca de una base pero todo sigue igual, quiero mejorar, a veces si se desanima unoi y dan ganas de dejar el trabajo, pero me quedo porque mi vocación es ayudar a quien más lo necesita», dice.
Egresado como técnico radiólogo de una escuela particular en la capital, piensa que le gustaría estudiar otros 2 años para acreditar su licenciatura, pero con 108 pesos diarios, sabe que no podrá pagarlo.
El paciente, dice Erik merece un trato digno y los trabajadores de la salud, también.
«Mi lema es «ponte en el lugar del pciente, ése trato es el mismo que quiero que le den a mi familia cuando lo necesiten o a uno mismo, no sabes si mañana serás el paciente», afirma.
Por ahora Erick no vive con su padre y madre, pues son mayores de 60 años e hipertensos, por lo que ha decidido no verlos, para protegerlos.