Deja Ana Tijoux, su alma rebelde en el escenario
Por Gerardo Romo/// Ágora Digital
Presentó canciones de sus discografías: Kaos, 1997, La Bala y Vengo
Zacatecas,(12-04-2022).- Subió al escenario mermada por una faringitis que le fastidió su presentación, pero no le impidió a Ana Tijoux dejarlo todo en el show; interactuar con el público y sacar la voz para gritarle al mundo, desde Zacatecas, que la revolución antipatriarcal, anti imperialista y feminista, no sólo es posible, sino que ya está en marcha.
Con su funk y rap de protesta, Ana recordó con el «Cacerolazo«, movimiento de despertar chileno que exigió la renuncia del ex Presidente Sebastián Piñera y que dedicó la cantante a las víctimas de la represión del régimen en 2019.
«Cuchara de palo frente a tus balazos, y al toque de queda, cacerolazo», cantó con rebeldía feminista.
Y las feministas zacatecanas, también hartas, de que maten a niñas y mujeres en la impunidad, saltaron, gritaron y hondearon sus pañuelos verdes… en demanda de que aquí, a pesar del catolicismo imperante que también impregna el Congreso local se legalice el aborto seguro para ellas, para todas, en libertad.
Ana y su banda no pararon. La potencia de su voz, a pesar de que la garganta se le cerraba de a poco, cada vez más, se resistía a dejar de cantar.
¡Shock!- le pidieron desde el público.
¿Quién la pidió?, preguntó la artista Chilena, y de inmediato entregó con energía el pedido de su fan.
También deleitó con Antipatriarcal y otras rolas de su álbum «Vengo», quizá el más conocido de su producción discográfica.
Tras los primeros 30 minutos de concierto, para alivianar la garganta, Ana sacó de la bolsa de su overol una botellita de mezcal zacatecano que le recomendaron.
-Siento que no estoy en las mejores condiciones, me compré un mezcal, dicen que es lo mejor para la voz-, le dijo al público. Le dio un trago y continuó.
«Todos llevamos dentro, un muerto que acompaña, que aparece cuando la noche llega, y el sol se apaga (…) con las abuelas y abuelos, danzando mueroooo», así cantó «Calaveritas«.
Siguieron solos intensos de trombón y batería, más canciones y pausas intermitentes entre canción y canción que sirvieron a la artista para pedir disculpas porque no se sentía bien a causa de la faringitis.
«El cariño está y es honesto», insistía Tijoux ante su malestar de garganta que le molestó cual incesante espina clavada, molesta y tormentosa.
Pero ella siguió, bailó, cantó y agradeció, siempre agradecida con el público, con una mujer que en las gradas bailaba con un aro girando en su cintura al ritmo poderoso de Ana y su banda con trombones, sax, guitarra y batería que sonaron fuerte, muy fuerte, intensos, como una extensión de Ana en el escenario.
También agradeció a quienes la trajeron por primera vez a Zacatecas para tocar en el Festival Cultural Zacatecas donde antes estuvieron artistas tan grandes como Bob Dylan, The Creedence, Joaquín Sabina o Celso Piña, Yes y muchos más.
Ana, nos recordó a los zacatecanos que somos afortunados de vivir en esta ciudad, en esta entidad, tanto como ella lo es de estar aquí, transmitiendo su canto en libertad y frente a la belleza cultural de nuestro pueblo.
Continuó con 1977 y Somos Sur y otras más. El reloj marcó las 21:30 horas, pasaron 60 minutos y Tijoux, ataviada en una bata amarilla que le llegaba a los tobillos, se despedía agradecida y con un pesar porque su malestar en la garganta no le permitió desempeñarse como hubiera querido.
«No es covid, es faringitis, me hice la prueba, no es covid», insistió para darle tranquilidad a su público momentos antes de despedirse.
El público coreo por la joven artista y volvió para cantar otros 10 minutitos y darle cerrojazo a la jornada de esta noche en la que el público que asistió, salió contento, sobre todo las mujeres, aunque estuvo lejos de abarrotarse.
Se puede decir que faltó gente, pero no artista.
«Me gustó ver a una mujer cantando de ésa manera, comprometida, anti imperialista, son mensajes necesarios para Zacatecas», dijo Carolina, una maestra joven, feminista satisfecha con la energía que recibió tras el concierto.
«Espero que este concierto ayude a romper con las mentalidades frígidas del Estado de Zacatecas», deseó otra chica de entre el público mientas se dirigía a la salida.
Así, quienes vieron esta noche a Ana Tijoux confían que su huella y canto por un mundo nuevo que busca un mundo sin clase que se pueda levantar, permanezca.