«El Rey» David que quiere ser campeón mundial y premio Nóbel

Por Gerardo Romo///Ágora Digital

• Alan David había acreditado su ingreso a un programa académico de la NASA, decidió aplazarlo para no abandonar su carrera deportiva en pos de convertirse en campeón mundial de Boxeo. Confía que su participación en la Agencia Espacial de los Estados Unidos llegará.

Zacatecas,(28-08-2022).-Alan David Picasso Romero estudia neurociencias y física en la UNAM. Es de piernas y brazos largos, mide 1.74 metros de altura y anoche noqueó de un gancho al hígado al argentino Ariel Gómez a los 19 segundos del sexto round.

Así, este joven de 22 años, nacido en los alrededores del barrio de Tepito, en la ciudad de México, amplió a 23 su racha invicta de peleas  como boxeador profesional en la categoría súper gallos, donde debutó el 25 de marzo de 2017.

El Rey David como lo apodan, quiere ser campeón mundial, y también premio nobel.

Pretende hacer estudios con encefalograma cuando se hace sparring (entrenamiento de una pelea real), para identificar qué zonas del cerebro trabajan en ése momento, cuáles pueden dañarse y si algunas incluso dejan de funcionar.

“Esto ayudaría mucho no sólo al estado de salud del deportista, sino también a su rendimiento, por lo que es un reto, y es justo en el boxeo donde hace falta implementarse, pero no sólo en éste, sino en los deportes de contacto en general, pero empezaré por el boxeo”, le dijo Picasso al periodista Leonardo Frías Cienfuegos de Gaceta UNAM el 18 de abril de este año.

El Rey David inició en el pugilismo a los 7 años, desde entonces su abuelo le dio un consejo: “Pega abajo y la cabeza cae sola”. Ése es un dicho muy común entre los boxeadores y desde luego clave para quienes han sido campeones del mundo.

Con eso en mente, el joven perfecciona todos los días en el gimnasio su pegada, movimientos de pies y cintura, pero  sobre todo los ganchos al hígado, golpe con el que salió victorioso ayer en Monterrey.

Hábitos de triunfo, cosecha abundante

Se levanta todos los días a entrenar entre 4:30 y 5:00 de la mañana y después se va a la escuela, donde mantiene un nivel de excelencia.

A la semana dedica en promedio unas 22 horas al deporte, de lunes a sábado; al estudio un poco más. El equilibrio es base de su éxito. «El estudio y el deporte son mis dos pasiones», ha dicho en múltiples ocasiones

Alan David también se relaja. Se da tiempo para jugar gotcha, y disfrutar de unas ricas gorditas 5 semanas entes de intensificar la rigurosa dieta  para subir al ring en óptimas condiciones como lo hizo ayer en la noche.

Su triunfo de hace menos de 24 horas fue narrado por Julio César Chávez y transmitido por Azteca Deportes a nivel nacional. El más grande boxeador mexicano de todos los tiempos, auguró augura al “Rey” una pronta conquista del tan anhelado campeonato mundial.

El éxito de Picasso Romero es también social, junto a otros universitarios, encabeza una asociación civil en favor de la educación y llevan libros a comunidades marginadas del país.

Así, recibió la Medalla al Mérito Deportivo 2019, como la máxima figura deportiva juvenil de alto rendimiento que le concedió la Legislatura local de la Ciudad de México, ( la cual le entregaron casi 2 años después debido a la pandemia de la covid-19.

Ésa medalla pende del techo de su cuarto, así, todas las mañanas al despertarse es lo primero que observa y recuerda: «Tengo que redoblar los esfuerzos, porque es poco lo que he logrado comparado con lo que quiero».

El Consejo Mundial de Boxeo tiene catalogado a Alan David Picasso Romero en el lugar 6 de la categoría Súper gallo (los que pesan más de 53.525 kilogramos y menos de 55.338 kilogramos).

David Picasso anhela enfrentar pronto, a más tardar el año entrante al estadounidense Stephen Fulton, actual campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB); o bien al oriundo de Uzbekistán Murodjon Akhmadaliev, quien es campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Federación Internacional de Boxeo(FIB).

Anhela que ésa pelea por el campeonato mundial fuera en el Estadio Olímpico Universitario. Y ganarlo en casa, arropado por su comunidad azul y oro.

«Para ser campeón del mundo y para ser el mejor hay que ganarle a los mejores», dice convencido.

Con información de La Gaceta de la UNAM