Ellos cambian vidas con lo que tu desechas, son «Los buenos samaritanos del aseo»
Texto y fotos: Gerardo Romo///Ágora Digital
- Desde casa tu puedes ayudar a esta causa de solidaridad separando cartón, plástico, vidrio, del resto de los residuos, así facilitarás que José Juan y sus compañeros puedan ayudar a más personas que necesitan de una ayuda urgente que les mejorará su calidad de vida.
- Esta historia comenzó cuando personas de escasos recursos llegaban a la pensión donde los trabajadores de limpia tenían los camiones recolectores y les solicitaban apoyos para surtir recetas médicas.
- Que bueno que existan personas como ellos que ayudan al prójimo, a pesar de las dificultades y a pesar de que muchos de ellos reciben ofensas de la ciudadanía, pero ellos responden con entrega, respeto y mucho amor al pueblo» resalta Josué Hernández Bustos encargado del departamento de aseo público de la presidencia municipal de la capital
Zacatecas,(10-08-2023).- Para ti un pedazo de cartón o una botella de plástico quizá no signifique nada, pero para José Juan y 29 de sus compañeros del departamento de limpia de la capital eso que desechas sirve para cambiarle la vida a quien más lo necesita.
Con parte de su salario (que está lejos de ser el mejor) y la basura que recogen todos los días, compran sillas de ruedas, andaderas, aparatos ortopédicos, medicinas contra el cáncer, pagan cirugías … todo para los más pobres entre los pobres.
Esta tarea la han hecho por más de una década, José Juan Díaz, quien trabaja en el departamento de aseo desde hace 38 años, calcula que han ayudado a por lo menos 400 personas.
«Desde hace 12 años hacemos esta actividad muy bonita, lo hacemos de todo corazón, a toda la gente que nos pide una ayuda se la damos», dice satisfecho, el líder del grupo e iniciador de este movimiento social único en el País, entre el millón 90 mil trabajadores de limpia que según el Gobierno de México laboran en el territorio nacional con datos del primer trimestre de 2023.
También puedes contribuir desde tu casa, negocio u oficina con esta noble labor de Los Buenos Samaritanos del Aseo Público si separas el pet, cartón, las latas de aluminio y las botellas de vidrio de la basura orgánica (tus desechos de comida). Así ayudas a ayudar.
Este grupo de obreros de la solidaridad recogen buena parte de las 120 toneladas de basura que generamos a diario, no exigen a los beneficiarios numerosos requisitos para justificar la ayuda, hacen algo mucho más simple: escuchan, confían y entregan personalmente aquello que cambia la vida de quienes lo solicitan.
«Aquí no pedimos papeles, nosotros vamos a ver al paciente y si corroboramos que necesita de nuestra solidaridad, de volada se la damos, no pedimos requisitos interminables como lo hace el gobierno, sólo decimos ¡vámonos recio!»
«A veces nos piden mil 2 mil pesos para una medicina, hablo yo con los compañeros, nos cooperamos entre todos y entregamos la medicina a la persona que de verdad lo necesita, que no tiene dinero», agrega José Juan Díaz, quien a sus 58 años ya ve cada vez más cerca su jubilación.
En el departamento de aseo público capitalino trabajan 150 personas en las rutas recolectoras de basura, ganan en promedio mil 800 pesos semanales, y otros menos, según su categorización, las dificultades del día a día no les impide comprometerse con el pueblo al que sirven con alegría, respeto y empatía.
» Sigan ayudando a quienes más los necesitan, Dios los bendiga, les doy las gracias por esta gran ayuda que me dieron» «, dijo conmovido don Manuel García Ortiz, adulto mayor quien en 2019 recibió una andadera que le entregaron del departamento de aseo público de la capital en su labor.
Apenas hace un par de meses, también le entregaron una silla de ruedas al joven Manuel Sandoval en el municipio de Vetagrande.
Una buena cantidad de apoyos los entregan en el estacionamiento donde se guardan los camiones recolectores ahí cerca de la Central de Abastos, en este espacio suelen reunir a beneficiarios, por ejemplo como lo hicieron en julio de 2019 para entregar a madres de familia botas ortopédicas y sillas de ruedas para jóvenes o un años antes en 2018 reunieron a beneficiarios a quienes entregaron andaderas, apoyos económicos y pañales para personas adultas que ya no pueden valerse por sí mismas.
¿Qué situación le ha impactado más?, le pregunto a José Juan
-La de muchacho muy joven al que fuimos a darle una silla baño, el estaba amarrado a una cadena y así se levantaba para hacer del baño. No podía pararse más que con la ayuda de una carrucha, se levantaba con la cadena, haga de cuenta como quien levanta un motor, el muchacho está muy joven eso me conmovió mucho- recuerda
El grupo de los 30 también suele hacer entrega de juguetes para las infancias en 2 fechas clave, el día del niño y la niña y navidad.
«Yo me siento bien, ayudo al que lo necesita, porque queramos o no, ahorita estamos parados, pero puede pasar algo y de pronto ya uno puede no estar bien, pasarla mal», dice Rigoberto Campos Flores, quien tiene 10 años en el departamento de aseo público municipal.
Esta actividad de ayuda al prójimo ha hecho que Los 30 como se conocen entre ellos, hayan cimentado una familia de hermanos en la que todos participan, unos separando la basura, otros recolectando recursos, unos más atendiendo las peticiones ciudadanas, otros haciendo cuentas… en algo así como Uno para todos y todos para uno que inmortalizó Alexandre Dumas en Los Tres Mosqueteros.
Gonzalo Ramos: crédito solidario de confianza
Han pasado 364 semanas desde la primera vez que José Juan Díaz se acercó a la farmacia Mariana para comprar dos sillas de ruedas que necesitaban personas que se acercaron a él en busca de auxilio, Gonzalo Ramos, dueño del negocio se sorprendió gratamente al darse cuenta del gesto humanitario.
Luego, José Juan volvió y le soltó al dueño de la farmacia que necesitaba su ayuda para seguir ayudando, fue entonces que le pidió le abriera una pequeña línea de crédito.
¿Cómo le pagarían?
José Juan le daría mes con mes lo que 29 de sus compañeros juntaran para ir pagando los insumos, las medicinas, los tanques de oxígeno, los baños portátiles y todo aquello que se fuera requiriendo.
«Cada mes José Juan me trae el dinero que juntan sus compañeros de sus propios recursos o de lo que obtienen de la venta de cartón, latas, plástico o vidrio que juntan, me enseña una lista de quiénes cooperan, unos con 20 pesos al mes, otros con 50 unos con 100 pesos, así le hacemos, en 3o 4 meses me pagan y les vuelvo a dar crédito, José Juan y sus compañeros son bien cumplidores, nunca me han fallado, nos tenemos mucha confianza, así hemos trabajado 7 años», dice don Gonzalo.
La manera en que don Gonzalo apoya a la causa de Los buenos samaritanos del aseo es rebajando los precios de los insumos, dándoles las medicinas, los implementos más baratos, con un buen descuento.
«Yo no los apoyo con dinero, pero si haciéndoles rebajas de las cosas que entregan a quien más lo necesita, la verdad me siento un privilegiado de hacer equipo con ellos y que podamos ayudar en algo a personas que lo requieren», admite contento.
¿Alguna vez lo han invitado a entregar apoyos?, le pregunto a Gonzalo.
-Si, pero por trabajo no he podido acompañarlos, lo que me da mucho gusto es saber que efectivamente, entregan los insumos, las medicinas, he sabido incluso que han pagado cirugías, todo, sé llega verdaderamente a quien más lo necesita-, dice Gonzalo a quien en su celular tiene una buena cantidad de fotos que dan fe de la veracidad de la labor que realizan.
Ayudar a otros a hecho que la Farmacia Mariana y los trabajadores del aseo público en la capital sean hoy un equipo fuerte, basado en la amistad que se construye trabajando por otros, cada quien en su trinchera, desde sus posibilidades, en una labor única, digna de admiración e imitación.
«Son un grupo de personas muy cumplidores y comprometidos», describe Gonzalo a Los 30 con quienes nació una amistad basada en la confianza.
Aprendamos de ellos
Josué Hernández Bustos, encargado del departamento de aseo público del ayuntamiento capitalino asegura sin dudarlo que los zacatecanos tenemos mucho que aprender del comportamiento con el prójimo que José Juan Díaz y sus compañeros tienen con el pueblo, a pesar, incluso de que muchos de ellos suelen recibir ofensas y maltrato por parte de usuarios que no valoran el trabajo que realizan.
-Ellos hacen su trabajo, muchas veces no en las mejores condiciones, soportan fríos extremos, calores intensos o lluvias torrenciales y no rajan, hacen su trabajo pensando siempre en un bien mayor hacia todas las personas, a quienes tratan con cariño y respeto-, afirma.
Además, admite, sin ánimo de saludar con sombrero ajeno, como se dice popularmente, que la iniciativa de separar pet, aluminio y demás reciclable para ayudar a quien más lo necesita es una iniciativa muy buena y valiosa 100 por ciento de ellos.
«La tarea que ellos hacen es abrumadora porque trabajan jornadas extenuantes, en una labor ya de por sí muy valiosa para todos (mantener limpia la ciudad) y no conformes con eso dedican tiempo extra para darle de su trabajo y recursos a quien más lo necesita», destaca.
El joven funcionario describe José Juan Díaz como un líder nato que contagia a sus sus compañeros con el ejemplo y juntos se han convertido en una familia que contagia de alegría, buena vibra y responsabilidad a todos quienes los rodean.
Que este ejemplo de sororidad desde abajo se riegue en Zacatecas y el País como una flama que contagie y encienda más almas hacia el bien de quien sabe que no se puede ser feliz sólo sino siempre en comunidad.
«Yo me siento bien con Dios, sobre todo porque me da salud y licencia para seguir con esto, a veces quisiera zafarme porque más que dinero invertimos mucho tiempo, pero esto nos da felicidad», cierra José Juan Díaz , subiéndose a su camión ahí por la López Velarde y continuar su jornada de la bienaventuranza en comunidad.