La autonomía en la tercera edad: Un reto que todas las personas enfrentaremos
Por Montserrat Fernández Tamayo /// Ágora Digital
Colima,Col,(25-10-2024).-Imagina por un momento a una persona como Inés, de 75 años, quien vive sola desde que quedó viuda hace cinco años. A pesar de los achaques normales de la edad, Inés se mantiene independiente en la medida de lo posible, pues cocina, cuida de sus plantas y mantiene en orden. Sin embargo, es notorio que su movilidad ha ido disminuyendo lentamente, y lo que antes era una caminata cotidiana al parque se ha vuelto para ella un esfuerzo enorme. Esta pérdida de autonomía es lo que enfrentan miles de personas mayores a diario. Y lo más importante, no es solo un problema de salud física, sino también de habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
En México, como en muchas otras partes del mundo, nuestra población envejece a un ritmo acelerado y las proyecciones indican que, en un par de décadas, las personas mayores representarán un porcentaje significativo de la sociedad. ¿Qué significa esto? Que la autonomía de las personas mayores será una prioridad urgente, no únicamente para las familias, sino para la sociedad en su conjunto.
¿Qué es la autonomía en las personas mayores?
Cuando hablamos de autonomía, nos referimos a la capacidad de una persona para tomar decisiones sobre su propia vida y ejecutar las acciones necesarias para llevarlas a cabo. Para las personas mayores, poder mantener esta capacidad es fundamental, pues les permite realizar actividades básicas como vestirse, comer, moverse por su casa y, algo de vital importancia, el poder participar en la vida social y familiar. Sentir que se les toma en cuenta.
Sin embargo, la autonomía en la tercera edad no solo depende de la salud física, sino también de la salud mental. El deterioro cognitivo es un desafío clave para muchas personas mayores. Condiciones como el Alzheimer o el deterioro cognitivo leve pueden afectar la memoria, la capacidad de atención y la toma de decisiones, lo que repercute directamente en su independencia. Si una persona como Inés no puede recordar si apagó la estufa o le cuesta organizarse para salir de casa, su calidad de vida disminuye considerablemente.
Cuidar cuerpo y mente: El secreto para envejecer con dignidad
Mantener la autonomía en la vejez es un reto que abarca varios aspectos. Uno de los puntos clave es la estimulación tanto física como cognitiva. En muchos programas dedicados a personas mayores, el enfoque principal ha sido mantener la salud física mediante ejercicios que fortalezcan los músculos, mejoren el equilibrio y aumenten la movilidad. Pero esto, por sí solo, no es suficiente.
El fortalecimiento de las habilidades cognitivas también juega un papel crucial. Estudios han demostrado que actividades como resolver acertijos, realizar juegos que estimulen la memoria o involucrarse en tareas que exijan pensamiento lógico pueden retrasar el deterioro cognitivo. Esto es especialmente relevante si consideramos que la pérdida de estas capacidades mentales puede tener un impacto directo en la independencia de una persona. No se trata de hacer complicados ejercicios matemáticos, sino de integrar estas habilidades en la vida cotidiana de una manera lúdica y significativa. Por ejemplo, algo tan simple como jugar cartas con amistades o recordar recetas familiares puede ayudar a mantener activa la mente.
El entorno también importa: Crear espacios que apoyen la autonomía
Otro aspecto fundamental es el entorno en el que viven las personas mayores. Mantener un hogar seguro y adaptado a sus necesidades puede marcar la diferencia entre una vida independiente o una vida llena de riesgos. Detalles tan sencillos como evitar las escaleras, instalar barras de apoyo en el baño o ajustar la iluminación pueden prevenir caídas y otros accidentes que suelen ser comunes en este grupo etario.
Además, los programas comunitarios son esenciales para fomentar la autonomía. Actividades como clases de gimnasia suave, talleres de arte o encuentros sociales no solo promueven la actividad física y mental, sino que también combaten la soledad, otro de los grandes problemas que afectan a las personas mayores. La interacción social es clave para que las personas mayores mantengan una buena salud emocional, lo que a su vez influye positivamente en su independencia.
Rompiendo mitos: No todas las personas mayores son dependientes
Una de las creencias más extendidas es que todas las personas mayores necesitan cuidado y atención constante. Esto, sin embargo, no es cierto en la mayoría de los casos. Muchas personas mayores siguen siendo perfectamente capaces de manejar sus vidas de manera autónoma, con algunos ajustes y el apoyo adecuado.
Es fundamental cambiar la narrativa sobre el envejecimiento. En lugar de verlo como una etapa de declive inevitable, debemos enfocarnos en cómo podemos ayudar a que las personas mayores sigan siendo activas y autónomas durante el mayor tiempo posible. El hecho de que alguien tenga 70, 80 o incluso 90 años no significa que deba dejar de ser parte activa de la sociedad. De hecho, la participación en actividades comunitarias, el voluntariado o incluso el aprendizaje de nuevas habilidades pueden tener un efecto revitalizante en las personas mayores.
El futuro de la autonomía: Todas las personas tenemos un papel que jugar
Si bien el envejecimiento es inevitable, la forma en que envejecemos puede mejorar con la intervención adecuada. Las políticas públicas deben centrarse en crear entornos favorables para las personas mayores, tanto en términos de infraestructura como de programas de atención. El acceso a servicios médicos adecuados, programas de estimulación cognitiva y actividades físicas, junto con una red de apoyo social, puede marcar una diferencia enorme.
Además, es importante que como sociedad entendamos que el cuidado de las personas mayores no debe recaer únicamente en las instituciones. Todas las personas tenemos un papel que jugar en el apoyo a nuestros seres queridos mayores, ya sea brindándoles compañía, ayudándolos a mantenerse activos o simplemente escuchándolos.
Envejecer con dignidad significa mantener la autonomía el mayor tiempo posible. Todas las personas, eventualmente, llegaremos a esa etapa de la vida, y lo que hagamos hoy para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, será también una inversión en nuestro propio futuro.
Más información:
Arriola, E., Carnero, C., Freire, A., López, R., López, J., Manzano, S. & Olazarán, J. (2017). Deterioro cognitivo leve en el adulto mayor. IM&C.https://www.segg.es/media/descargas/Consenso%20deteriorocognitivoleve.pdf
Collet, R. (2021). Las políticas sociales de atención a los adultos mayores en México. https://www.unilim.fr/trahs/3956#:~:text=Los%20principales%20programas%20de%20la,Programa%20Sembrando%20Vida
González, E. (2022). Acción motriz y adulto mayor: aproximaciones teórico-practicas desde la psicomotricidad. Acción Motriz, 13(1), 21–26. https://www.accionmotriz.com/index.php/accionmotriz/article/view/74
La autora es egresada de la Maestría en Intervención Educativa de la Universidad de Colima. Es creadora del modelo de intervención “Fortalecimiento de la Autonomía en el Adulto Mayor Mediante la Estimulación de los Procesos Cognoscentes y Metacognoscentes a Través de Actividades Psicomotrices Orientadas al Pensamiento Matemático”.
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