Protegen ciudadanos manglar de Oaxaca.
Por Arely Flores /// Ágora Digital
OAXACA, MEX.- Cuando el huracán Carlota pegó en la costa oaxaqueña hace casi siete años destruyó 70% del manglar de Ventanilla. Hoy esta comunidad es claro ejemplo de un proyecto ecoturístico exitoso y de gran reconocimiento por dedicarse a la recuperación de sus zonas naturales.
México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial con más extensión de manglares, con más de 750 mil hectáreas hasta 2010, de acuerdo a la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
La pérdida de estas zonas naturales ha disminuido drásticamente y se estima que entre 1970 y 2010, se perdieron 91 mil 631 hectáreas de manglar en el país, según la alerta emitida por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Ventanilla es una comunidad que se ubica en la costa de Oaxaca, considerada una playa de mar abierto y caracterizada por su laguna de agua dulce, así como su riqueza en flora y fauna. Con el huracán Paulina en 1997 y el huracán Carlota en 2012, esta zona se vio severamente afectada por las pérdidas de su bosque y su barrera de protección ante fenómenos meteorológicos extremos, lo cual derivó también en la amenaza de especies.
Aunque la mayor cantidad de manglares de México se ubican en Yucatán, Quintana Roo y Campeche, Oaxaca ha sufrido también una alarmante disminución de estas áreas naturales, no sólo en Ventanilla, sino en Zipolite, una de las playas más turísticas de la zona.
Ante este escenario, cooperativas como Lagarto Real enfocó acciones para la recuperación del bosque del manglar que sirve para la protección ante fenómenos meteorológicos extremos, así como de albergue de diversas especies. Aunque desde 2004 dicha cooperativa se formalizó e impulsó un proyecto de desarrollo turístico sustentable a fin de detonar el desarrollo y poder obtener ingresos, en 2012 el huracán Carlota destruyó 70% del manglar y acabó con las embarcaciones y equipo que había costado años gestionar.
Tras la devastación, la cooperativa resistió casi un año en lo que se recuperó la zona, por lo que las tareas de restauración no pararon hasta volver a fortalecer su actividad turística.
Actualmente, la sociedad cooperativa integrada por jóvenes locales comprometidos con el cuidado ambiental; ofrecen paseos ecoturísticos para la observación de flora y fauna en la Laguna de Ventanilla.
Además, del recurso que se obtiene por los servicios que ofrecen, una gran parte se destina a tareas de conservación, reforestación del manglar, limpieza y vigilancia de especies para evitar la rapiña.
Así, con arduo trabajo la cooperativa ha demostrado que un proyecto de desarrollo no está peleado con la preservación y recuperación de la naturaleza, pues ésta nació con la intención de detonar de forma sustentable la actividad turística en esta playa. ¡Y así seguirá!