Cimbra a Zacatecas revolución feminista

Por Gerardo Romo /// Ágora Digital /// Fotógrafas feministas 8M

  • Encabezan mujeres la principal manifestación feminista en 476 años de historia de nuestro estado
  • Proponen realizar primer Congreso Estatal Feminista
  • Urgen separación de iglesia-Estado

Zacatecas.- Cimbraron la madre tierra con su rabia y dolor. También con su lucha, esperanza y ejemplo, quieren vivir sin miedo, ni estereotipos, libres de decidir con su cuerpo lo que quieran, sin condenas ni paraísos prometidos si se portan bien, exigen ser felices, es su derecho.

Ya no quieren cargar más culpas sobre sus hombros que no les pertenecen y les heredó este modo patriarcal de vida que pone al macho que las mata en el centro, y presume la impunidad como trofeo.

Por eso gritan, marchan, se desnudan, ¡Ni una más!, es la exigencia unánime. Es el estandarte que las unifica, por el que arrebataron, aunque fuera por 4 horas de marcha, el espacio público a los hombres que observábamos sorprendidos, boquiabiertos y por qué no decirlo, con miedo.

¡Porque despertaron!, porque nos restregaron en la cara, en el cerebro, en los sentidos, que no están solas, que sus amigas las cuidan, no la policía, que unidas, pueden más y serán más, que esta revolución para derrumbar al estado patriarcal no es una broma.

Salieron a la calle desde el Congreso local, ahí donde las diputadas y diputados se niegan a legislar por la despenalización del aborto, terminaron en Plaza de Armas con el performance «Un violador en el Camino» y el puño al cielo. https://www.facebook.com/ntrzacatecas/videos/2806015332822519/UzpfSTMxNzE2MjE0NTU3ODEwNzo0OTg4MDMyOTc0MTM5OTA/

Caminaron juntas, madres de hijas víctimas de feminicidio, adolescentes, abuelas, nietas, jóvenes, muchas jóvenes, todas hicieron la marcha feminista más grande en la historia de Zacatecas.

Señalan al Estado Feminicida

Unas dicen que fueron tres mil, otras que cinco mil, pero más allá de números, lo que importa es que hoy rompieron el silencio y agrietaron el machismo imperante de una sociedad que se niega a reconocerse como tal.

«No me llamo María no soy llena de gracia, soy Valeria y estoy llena de rabia», dijo una mujer que contó desde el templete en Plaza de Armas cómo su abuela tuvo 12 hijos y varios abortos por las golpizas que recibió de su abuelo.

Y su madre, desde cuarto de primaria debió empezar a trabajar, ahí el jefe la acosaba cuando no lo veía su esposa.

Valeria remató recordando cómo está del carajo ser mujer en un País que las viola, ultraja y mata sin provocación alguna.

Esta fue la manifestación de ellas, y los hombres como espectadores. Hoy cambiaron los roles. Y nosotros, nos resistimos.

¡No tomes fotos!, le pedían a los hombres que miraban sonrientes captaban imágenes con el celular, asomados desde los balcones. ¡hazte a la banqueta!, me pidieron, pensé confrontarlas, no lo hice, voltee a mi alrededor, y como la ranita, se me pasaron las ganas de imponerme cual macho, estaba en clara desventaja, hasta en estos pequeños detalles cuesta renunciar a los privilegios.

…Un poema, una niña, y las asesinadas

Ana Karen, una niña tomó la palabra para declamar la poesía «Ni una más».

-Cuando roban los sueños a la vida, el cielo se encapota,

los mares se desbordan de sal, se resquebrajan.

No cabe tanto dolor en la palabra, desbordan el silencio

los besos sin florecer, las promesas ¿Cuántas historias rotas?

Y enseguida con ésa voz las recordó a ellas, víctimas de feminicidios en Zacatecas y el País.

«Sanjuana, Cyntia Nayeli, Sarahí, Mariel, Ingrid, Fátima, Carol, Esmeralda, Maribel». Y las manos de todas en la Plaza de Armas se levantaron como una promesa de resistencia contra el olvido y la injusticia.

«No podemos cerrar los ojos al terror, su laberinto podría devorarnos», alertó la niña, emergieron los aplausos seguidos de la exigencia que resonó en todo el País ¡Ni una asesinada más!

Horas antes, a las 9:18 de la mañana, desde Fresnillo, el gobernador Alejandro Tello, prometió a las mujeres reunidas con el Presidente Andrés Manuel López Obrador que ya no habrá más feminicidios en nuestra tierra.

«No más violencia, su protesta es legítima, no más muertes ni violaciones a sus derechos», prometió Tello a las mujeres, entre aplausos. atestiguaron su compromiso, Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación y el gabinete femenino de la 4T en pleno.

A la promesa de Tello, en contraste, la Secretaria de Gobernación aceptó que «las violencias contra nosotras, siguen presentes».

Y mientras Morena y PRI se aliavan en su discurso del supuesto compromiso con la mujer, la puerta principal de Plaza de Armas, ésa por donde entran el gobernador y sus funcionarios los lunes para las reuniones de gabinete, este domingo fue clausurada con una gran manta y el mensaje: DISCULPE LAS MOLESTIAS, NOS ESTÁN ASESINANDO.

«Nos están matando»

.…señalan acosadores

Las manifestantes también tapizaron Los Portales, el teatro Calderón y las fachadas de la avenida Hidalgo con denuncias en contra de acosadores, en su mayoría maestros y alumnos de la UAZ.

Así , universitarias reprocharon al rector Antonio Guzmán que en 4 años de su mandato, a punto de concluir nunca actuó contra maestros, investigadores y alumnos acosadores sexuales de alumnas.

«Al rector le exigimos respeto, queremos que la justicia alcance a la universidad y fuera de ella y que no haya represalias contra las mujeres que se atreven a denunciar», señalaron.

Y se deslindaron de la toma del campus Siglo XXI el viernes pasado, pues fue encabezado por los machos. «Los hombres no deben hablar nunca más por nosotras», exigieron.

La rabia feminista también alcanzó para las iglesias y exigieron se respete la separación de éstas con el Estado

«Saquen sus rosarios, de nuestros ovarios, saquen su doctrina de nuestra vagina», gritaron durante toooda la marcha pero sobre todo se acentuó cuando llegaron frente a Catedral que estaba cercada y vigilada en su perímetro por mujeres policías.

Las feministas aclararon que la radicalidad es un método de sobrevivencia, Jared, reconoció que ha sentido sobre sí el peso de la culpa por ser mujer. «Ojalá no hubiera venido como mujer, pues como mi padre, me avergüenzo de ello», dijo y de inmediato sus miles de hermanas le respondieron con un sonoro Nooooooooo estas solaaaaaaaaaaaaaaa.

Y volvieron las consignas como tormenta. «Zacatecas opresor es un macho violador». Y otras, decenas, llamó mi atención una manta rosa sobre la que se leía: «Nuestra venganza es ser felices».

A lo largo de la caminata mujeres policías vigilaban con la mirada y de pronto comunicándose por radio mientras las feministas coreaban «las uniformadaaaasss también con acosadas».

Muchas, la mayoría de las mujeres que conquistaron la calle salieron para no olvidar a las que ya murieron, o peor dicho, mataron. «Si me olvidas ellos ganan», se leía en muchas pancartas.

También hubo quienes propusieron que para seguir encendiendo el fuego de la lucha, las más de 17 colectivas participantes se reúnan para conformar el primer Congreso Estatal Feminista.

Mientras se decía ésa propuesta de organización política, un hombre soltó a una de las mujeres con playera morada y pañuelo verde «si no quieren que estemos aquí hubieran rentado un lugar para manifestarse, pero no en Plaza de Armas, el machismo y el feminismo son dos extremos iguales», reclamó.

A lo que la feminista reviró «El feminismo es una revolución que a usted lo está beneficiando y el machismo a nosotras nos está matando».

Y desde el templete se escucho una voz combinada con una batucada.

-Tú no querías y a coro respondieron ¡Yo si te creo!

-No pudiste defenderte- ¡Yo si te creo!

Te violentaron- ¡Yo si te creo!, cimbraba el coro.

-No importa como ibas vestida- ¡Yooooo si te creoooooo!

-Fue feminicidio- ¡¡¡¡Yooooo si te creooooo!

Y así continuaron hasta concluir que la rabia de una, es la de todas. Y que las presentes, las que hoy pelean por derrumbar el orden establecido representan la voz de las que no están. Y por las que vendrán.