Por fin me dio covid

Gabriel Páramo, periodista, maestro, agudo y con un muy buen humor

Por Gabriel Páramo/// Ágora Digital

Mercurio

Ciudad de México,(19-08-2022).-Resulta que a pesar de todos los cuidados, geles, cubrebocas y vacunas, terminé enfermándome de covid. No me dio muy fuerte. Solo un miércoles empecé a sentirme cansado y con malestar “como de gripe”, llegué a mi casa y me dormí. Desperté el jueves sintiéndome como si me hubiesen masticado y, con el riesgo de que me descontaran el día por no tejer justificante oficial, no fui a trabajar.

Venus

El jueves estuve afiebrado todo el día, sin ganas de comer y con una confusión mental terrible. Creo que me pasé el día dormitando. Avisé al trabajo que no iría, pero me dijeron que era importante que me presentara el viernes. Pasaron las horas largas, interminables, y desperté el viernes.

Tierra

Seguía con fiebre, ardor de ojos, malestar general y tos. Y todo el cansancio del mundo. Fui en taxi a la Universidad, al fin qué son 250 pesos, y todo el mundo se dio cuenta que estaba casi agonizando. Avisé que me iba (“¿para qué viniste?”, me preguntó mi jefa. “Pues porque me dijiste que era importante que me presentara”, respondí). No recuerdo bien cómo llegué a mi casa.

Marte

El sábado me levanté temprano para ir al Centro de Salud Dr. Ángel de la Garza Brito. En Magdalena Contreras. Me formé en la cola de personas que esperaban prueba. Como siempre, la atención fue amable, eficiente y rápida. Me hicieron la prueba, esperé el resultado (positivo, por supuesto) y tomé un taxi para recorrer un par de cuadras hasta mi casa, porque me estaba sintiendo muy mal.

Cinturón de asteroides

Ya en casa tomé paracetamol y me empezó a bajar la fiebre, No pude comer nada ese día y me volví a dormir. El domingo me desperté sintiéndome mejor, y así ha sido durante toda la semana. Ya el sábado regresé al trabajo, el lunes fui al ISSSTE por mi incapacidad, que me dieron luego de una discusión acerca de usos y costumbres sociales (aparentemente, en México no es buena idea enfermarte si no tienes familiares que hagan los trámites por ti).

Júpiter

Además de la enfermedad en sí, y que esta siempre hace reflexionar, he estado pensando en la forma en que los derechos que los trabajadores tenemos van diluyéndose en malas prácticas, desconfianza e ignorancia de la ley. Enfermarse no te quita el regaño, la suspicacia y la sospecha de que probablemente tu supuesta enfermedad no sea pretexto de holganza; te obliga a hacer trámites barrocos (te haces la prueba en un lugar oficial del sector salud, y esa prueba te obliga a guardarte siete días, pero tienes que ir a otra instancia oficial a que te den el permiso o justificante por esos días… y luego, vienen las secuelas, pero eso ya es otra historia.