Un país de muertos.
Por Luis Miranda Rudecino /// Ilustración/// Cath Zúñiga
Desde que apareció en México el primer caso de Covid-19, la estrategia que hizo Gobierno federal, fue crear una campaña que decía #QuédateEnCasa… Yo mismo lo puse en mis redes, aduciendo que era lo único que podíamos hacer frente a la pandemia para no contagiarnos.
Conforme han pasado los días hemos visto el colapso de la economía formal e informal, cierres de cientos de miles de negocios en todo el país y una lista interminable de sectores afectados.
¿Y qué ha pasado con miles de personas que no tenían trabajo antes y que ahora tampoco lo tienen? No lo sabemos. #QuédateEnCasa es un privilegio para ciertos sectores del país, para la mayoría no. ¿Quién está en cuarentena y quién no?
En México la violencia por la delincuencia organizada, ha continuado sin tregua, al parecer sólo en Marzo de este año, hubo entre 2 mil 750 y 3 mil victimas.[1]
El año pasado en este mismo rubro en todo el año se estima cerca de 34 mil 582 homicidios dolosos.[2] El crimen organizado no está en cuarentena.
En cuanto a la violencia contra las mujeres y niñas tampoco ha disminuido, se estima que en el año pasado fueron asesinadas 3 mil 852 mujeres.[3]
También se sabe lamentablemente que diariamente son asesinadas entre 7 y 10 mujeres en nuestro país. Ayer leía en Twitter que en Sonora, una niña de 13 años fue violada y asesinada en casa mientras su madre había ido por víveres.[4] Un acto infame por sí mismo. El machismo y los feminicidios no están en cuarentena. No son números, son personas, son historias, son vidas.
A qué voy con estos datos, México ya es un país de muertos, con y sin Covid-19.
Es inconmensurable la información de la situación en el mundo por Covid-19, en Europa y E.U.A. Pero México no es un país desarrollado, migración, pobreza, desempleo, violencia caracterizan a nuestra realidad.
Según la estimación que dio a conocer el director general del centro de programas preventivos del control de enfermedades, podrían ser 250,000 pacientes con Covid-19.[5]
En un país que para el 2015[6] era de 120 millones: nada alentador el panorama. El sector de salud en nuestro tiene sus deficiencias y todos lo sabemos… pero al menos tenemos eso y qué es lo que se busca con el #QuédateEnCasa, pues evitar la mayor cantidad de contagios porque el Estado no tiene donde atendernos.
No hay camas ni medicamentos, ni para Covid-19 ni para otras enfermedades.
Los médicos y enfermeros no tienen equipos adecuados, ellos trabajan en condiciones muy precarias también, muchos de los enfermos ya viven la infección en su propia casa.
Frente a la pandemia, no somos Europa, ni en lo emocional y mucho menos en lo económico… aquí convivimos con muchas cosas diferentes a ellos.
¿Cómo vivimos la cuarentena en México? De muchas maneras: sin dinero, sin trabajo, sin estabilidad, con miedos, incertidumbres, con ansiedad, tristeza, depresión, bajoneos emocionales, violencia intrafamiliar, tareas interminables que les dejaron a los niños en las primarias, madres cumpliendo roles excesivos en casa.
Muchísimos otros sin servicios básicos como el agua, otros sin poder salir a trabajar… muchos otros dicen que vamos a estar bien, pero ni ellos ni nosotros, ni nadie, sabemos cuándo, ni cómo, ni a qué costo vamos a estar bien. Yo tengo el privilegio de quedarme en casa, pero no puedo romantizar la cuarentena.
Recién fue publicado Sopa de Wuhan,[7] una compilación de textos de filósofos y pensadores contemporáneos que hablan en torno al Covid-19 en el mundo.
Hablan de cómo ven la convulsión del sistema, del colapso planetario, de la recesión económica, del virus que está destruyendo el sistema bursátil, la crisis mundial, la editorial, proponen mientras se está en cuarentena, mantenerse informados frente a la paranoia y el aislamiento… Slavoj Žižek dice el que el Covid- es un golpe al capitalismo estilo Kill Bill, para reinventar el comunismo.
Giorgio Agamben dice que el pánico es más peligroso que la enfermedad… De ese tenor van los análisis.
Mientras tanto, acá, vemos a los niños en los semáforos sentados en las banquetas porque ya no hay tantos carros a cuáles limpiarles el parabrisas, los picaderos en Tijuana pasándose unos a otros las jeringas compartiendo dosis de drogas, los miles de migrantes que todavía van en tren de frontera a frontera, la gente que vende artesanías en las playas, el vendedor de semillas en las esquinas… miles de casos que no son hipotéticos, no están en el imaginario de un país, son reales, los vemos en las calles, ellos no se pueden quedar en casa.
Y sí, con Covid-19 y sin él, México ya es un país de muertos.
Mi nombre es Luis Miranda Rudecino, soy zacatecano y profesor de filosofía en la preparatoria y en la licenciatura de nuestra Universidad Autónoma de Zacatecas.
[1] https://www.animalpolitico.com/2020/04/marzo-mes-homicidios-gobierno-amlo-informe-seguridad/
[2] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51186916
[3] https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/03/05/onu-feminicidios-en-mexico-crecieron-de-7-a-10-diarios-en-tres-anos-8647.html
[4] http://www.omnia.com.mx/noticia/138887
[5] https://www.infobae.com/america/mexico/2020/03/18/grafica-del-aumento-de-coronavirus-en-mexico-estiman-que-se-infectaran-250000-personas/
[6] https://www.inegi.org.mx/app/areasgeograficas/?ag=14
[7] https://www.medionegro.org/pdf-sopa-de-wuhan/