La Cultura es el camino

Por Gerardo Romo/// Ágora Digital

  • Fueron un total de 253 eventos con el sello de la universalidad
  • , Nortec, con Bostich y Fusible musicalizó la película «El gabinete de las figuras de cera» que se filmó en 1924

Zacatecas,(19-04-2022).- Luego de 2 años de pandemia, Zacatecas recuperó la experiencia mágica del Festival Cultural, que encontró en la potencia interpretativa de Hiromi, (la pianista, jazzista) más importante de Japón en la actualidad el arranque perfecto.

La ciudad se colmó de expresiones artísticas, conciertos, presentaciones de libros escenarios de música para niños y niñas en la Plaza que nos recordaron a las y los adultos la importancia de las infancias, qué bello fue verlas sonreír, gritar, bailar, rockear, ser.

Drakincolmillo, grupo metalero duranguense nos recordó al mundo adulto que pelear en nombre de niñas y niñas usándolos como pretexto no tiene sentido y a las niñas y niños, el heavy metal les concientizó que el acoso escolar termina donde el respeto empieza junto al reconocimiento del otro, la otra, el compañero o compañera como diferente y digno.

Este Festival Cultural Zacatecas puso énfasis en las infancias para que a través de la música, los talleres afuera del museo Manuel Felguérez destellara la creatividad de ellos y ellas que son sencillos, directas, honestos, limpios, y con el corazón dispuesto a aprender para extraer como esponjas lo mejor del mundo que les rodea para darnos uno mejor.

El arte, dicen los expertos potencia el pensamiento creativo. ¿Y no es acaso en buena medida una dosis de creatividad la que necesitamos todas y todos para hacerle frente a nuestro mundo hoy?

El Festival que recién pudimos vivir y disfrutar más de 195 mil personas de todo el País y el extranjero, hizo posible al menos por bellos instantes que el espacio público fuera recuperado por el pueblo para intentar desde el respiro que da el arte ser faro en la penumbra.

Fueron días de alegría, de reflexión, de cine, de catarsis, de bailar al ritmo de cumbia colombiana, de escuchar la potencia del tenor Javier Camarena y el Huapango de Moncayo, juntos. El Festival nos permitió soñar despiertos, creer en nosotros de nuevo, otra vez ¡QUÉ ALIVIO!

Nuestro festival, el mismo que cumplió este año, sus primeras 36 primaveras nos demostró que el arte y la cultura son el camino correcto para recuperar la esencia del SER, del Nosotros que nos habita y que de pronto, olvidamos.

El Festival Cultural es un espacio bendito para la disrupción, sino, pregúntenle a Ana Tijoux quien desde Chile, vino a dejarnos su fuego de energía antipatriarcal, anti imperialista y su fuerza feminista que el machismo de Zacatecas y el mundo quisieran no sentir, pero que nada puede anestesiar.

“Espero que este concierto ayude a romper con las mentalidades frígidas del Estado de Zacatecas”, deseó una joven veinteañera, aún extasiada después de ésa noche especial del martes 12.

Y qué decir del espacio de jazz en la plazuela Miguel Auza que cerró con broche de oro con «Speaking Tango» de Minino Garay quien cantó a la Señora Doña Igualdad a la que describió como débil, mal alimentada y traicionada por quienes trabajan para sí mismos, (preferentemente personas con poder y sin él que no la escuchan pues padecen severa sordera.

Y en su canto, el argentino peguntaba a los insensatos que ignoran a la Señora Doña Igualdad ¿de qué partido es el pan, de qué partido es el hambre, de qué partido el amor, de qué partido es el aire, de qué partido un anciano, un amigo, un hermano?

Zacatecas disfrutó de artistas como «Vicentico» que abarrotó la Plaza de Armas, y si bien sigo creyendo que le faltaron Los Fabulosos Cadillacs, lo importante es que quienes pudimos asistir al concierto, lo disfrutamos y el alma rockera de Zacatecas, le perdonó al artista chileno su desgano en el escenario, aunque sus fans, que sin duda fueron mayoría quedaron satisfechos.

También vimos a la Banda de Música del Estado volver a su tradicional concierto de Viernes Santo, pero ahora sin interpretar Obertura 1812, del maestro ruso Tchaikovsky, en solidaridad con el pueblo ucraniano según explicó el director de la Banda, Salvador García y Ortega

Zacatecas, estos días de Festival recuperó su esencia de Capital Cultural de México.

Y quizá en esta edición más que en ninguna otra pudimos apreciar el talento de artistas zacatecanos y zacatecanas en todos los ámbitos, somos tierra de creadores y creadoras excepcionales. Y cómo no si la nuestra es Matriz de herencias majestuosas en manos de personajes como Amparo Dávila, Dolores Castro, Manuel Felguérez, los hermanos Pedro y Rafael Coronel, Julio Ruelas, Manuel M Ponce, Francisco Goitia.

Qué bueno saber que Zacatecas sigue dando al mundo hijas e hijos pródigos como Pedro Valtierra, el joven pianista Elías Manzo, el poeta y periodista Raúl García, el trotamundos y extraordinario cuenta cuentos César Rincón, el maestro Héctor Guzmán… imposible aquí mencionarlas a todas y todos, pero lo cierto es que Zacatecas sigue dando al mundo artistas no sólo que nos enorgullecen en prácticamente todas las artes sino que ellas y ellos son semillas de esperanza en este mundo sediento de ella.

Cómo no estar contentos de lo que vimos todas y todos, de las delicias culinarias de los municipios, aunque confesaré que en tiempos de crisis como ésta, un platillo a 130 pesos me pareció caro, pero bueno, digamos que ése fue un prietito en el platillo del Festival.

Lo mejor de todo es que la Cultura fue en estos días el pretexto perfecto para el reencuentro, para el abrazo que nos debíamos, para cantar a todo pulmón con o sin cubrebocas.

También vimos de nueva cuenta el viacrucis de Jesucristo en la Procesión del Silencio que por la algarabía de los miles que la vimos quizá hubo más bullicio del deseado.

Y para cerrar, una hija de Zacatecas, Ángela Aguilar con la sangre hirviendo de orgullo fue una profeta en su tierra que a su joven carrera le regaló y se regaló para ella y su pueblo el mejor y más pletórico escenario que hasta el día de hoy ella ha pisado y conquistado, Plaza de Armas.

En Zacatecas el camino es la Cultura para recobrar la paz, la libertad, y para construir entre todas y todos, horizonte. Que así sea.

Este tiempo me permitió recordar al sacerdote Jesús López de Lara, un profundo enamorado de Zacatecas, su estética e historia que solía decirme en alusión a la belleza barroca, colonial de nuestra ciudad» Zacatecas se recorre mirándola al cielo».