Arte en tiempos de coronavirus
Por José Esteban Martínez
Hola querido Gerardo, me preguntas que hago en este tiempo de crisis, de encierro, lo habitual que en otros mejores tiempos, que es trabajar en mi obra o ilustrar o diseñar algún libro, que por cierto que cuando inició esta epidemia, estaba a la mitad de uno para niños que me solicitó Miguel Ángel y Aldonza Porrúa.
Su historia trata de un lápiz que perdió la memoria y no sabía quién era ni que hacía, ya quedó listo y en espera que se pueda editar e imprimir.
El plan es hacer varios y veremos si esto es posible después de los efectos que deje este virus.
Por lo regular y con modestia, te digo, no soy de los que se aburren, no falta qué locura invente, que hace que mis quehaceres se reinventen día a día.
En estos momentos de la Fase 2, estoy metido al 100 en mi expo con el Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí.
Por el lugar donde va ser exhibida es muy importante como otras para mi y dado este compromiso, estoy pintando las 48 horas del día y muchas veces las otras 48 de la madrugada en donde la creatividad se asocia a la soledad.
Esta expo, es muy diferente a las anteriores, la diferencia la hace el momento que estamos viviendo como pobladores de este mundo y como mexicanos, más que tema, ahora busco que sea distinta, evitar repetir clichés o formas de las anteriores.
Me rehuso a la repetición, busco que en ésta, el corazón del discurso sea el color, un color que revitalice el dolor y la angustia que vivimos todos, el compás de espera a lo que se avecina.
Aunque el Director del museo está optimista que para julio las cosas sean diferentes y se inagure, a mi en lo particular lo que me importa es dejar una constancia desde mi trinchera como pintor, que cuando estas obras sean expuestas, llenen de ánimo y sonrisas a los sobrevivientes, te mando dos ejemplos de las obras.
¿En que ha contribuido esta pandemia a mi trabajo?. En que me tiene aislado, en mi casa, en mi estudio o mi cueva, un lugar donde por lo regular siempre hay gente, amigos que la verdad si extraño, porque en estas visitas es ley que se transformen en reuniones, en donde no faltan, el buen mezcal, el tequila, las gordas de Doña Mari o la birria del Pifas que sin duda tú como fresnillense, sabes que no hay otra más rica en el estado y me atrevo a decir que en el país.
Pero no todo ha sido bueno, desafortunadamente en mi otro universo el de ilustrador, familiares, gente cercana y querida de amigos colegas que viven en Europa, principalmente en Italia y España, la han pasado fatal, ya que esposos, esposas, novias, padres, hermanos y otros seres, que han contraído este virus, algunos están muy graves y otros fallecieron.
Hace unos días subió un texto una querida amiga ilustradora diciendo que sus manos eran ya otras por el daño de tantas lavadas. Leo esto y me da gran tristeza, ya que estos males sumado a los que ya se tienen, fueron producto de la negligencia de sus gobernantes, según como dicen la mayoría de ellos y aquí en nuestro país no se están cantando tan mal las rancheras.
Estamos en las mismas condiciones y vamos todavía por lo peor, en donde la inmadurez, la soberbia y la ineptitud de nuestra clase gobernante, son y han sido factores muy importantes y críticos de lo que esta sucediendo y está por venir.
La soledad del encierro te permite ubicar más inteligentemente tus pensamientos, te hace mas crítico y observador, pero no menos solidario con los que te necesiten, no solo de tu comunidad sino también lo los que se acercan a tu puerta.
Veo con rabia la falta de compromiso de las autoridades culturales en donde se cree que con cerrar los espacios culturales y artísticos ya contribuyeron con una aspirina para el dolor, sin darse cuenta que cientos de personas que trabajan en los mismos, dependen al 100 por ciento del recurso que ganan.
Los medios tienen que ubicar a estos que la administran, que la cultura no es algo decorativo, es una industria que genera tantos recursos como otras y tiene que ser apoyada. Y para ponerle mas leña al fuego, son personas con familias muy numerosas..
Estar encerrado por motivo de este virus, no significa que te rasques las verijas o tanates como decía mi abuela, significa que uno tiene que tomar la postura que los gobiernos en su incapacidad no pueden, ser nosotros los que marquemos la disciplina y las medidas para disminuir el riesgo desde la casa y prevenir en lo más se pueda ser víctimas de este mal por negligencia y pendejes.
Espero nos podamos ver pronto recuperando la sonrisa a Zacatecas.
Muchos abrazos