Comienza la resistencia docente… en cuenta regresiva

El doctor Eduardo Carmona coloca la bandera de huelga en la FCA a las 12:00 horas en punto, en primer plano, Iván, alumno de contaduría respalda la lucha de sus profes y profas. Foto: Gerardo Romo
Gerardo Romo///Ágora Digital
UNO
Zacatecas,(18-01-2024).-Cinco, cuatro, tres, dos, uno… ¡HUELGA!, cantan a coro una centena de estudiantes de la Unidad Académica de Contaduría, al tiempo que el doctor Eduardo Carmona, con otro de sus compañeros colocan en la puerta principal de acceso, la bandera rojinegra como ocurrió de manera simultánea en todas las unidades académicas de la universidad y sus municipios de influencia.
«Si se están yendo a huelga es porque están defendiendo sus derechos y sabemos que a algunos profes les deben su salario del semestre agosto diciembre del año pasado», dice Iván, alumno de décimo semestre en la Facultad de Contaduría y Administración (FCA).
En la FCA hay al menos unos 15 profesores que dan clases desde hace 15 o 10 años y aún no tiene unas horas de base, que les den certeza laboral. Les pagan en la categoría (tiempo determinado por hora clase), la más baja en el escalafón, señalaron docentes consultados a este reportero justo al momento que estallaba la huelga.
Aunque eso podría solucionarse porque algunos de sus colegas lamentablemente han muerto, por lo que podría tener espacio para iniciar un proceso de basificación.
Pero el director de esta unidad académica, Salvador del Hoyo Soto -donde hace unos 30 años inició el pago por honorarios, que se extendió en toda la UAZ como modelo de precarización del trabajo- asegura que no hay forma de basificar a nadie, por ahora. «En nuestra unidad académica no hay pendientes con las profesoras y profesores, nuestros maestros tienen sus condiciones», dice del Hoyo Soto, minutos después del estallamiento a huelga.
DOS
«Si en diciembre no hay solución yo me voy», dice en tono de broma-sarcasmo uno de los profes veteranos de Psicología, minutos después de la una de la tarde.
La afirmación del veterano suena a chiste, pero en el ambiente intuyen que el rector Rubén Ibarra no cederá fácilmente a las demandas de profes y profas. «Esperamos que esta lucha traiga reivindicaciones que por años se han postergado», insiste un contingente animado en el Día 1.
¿Quién se va a quedar en la noche?, preguntan. Las manos de tres hombres se alzan entre los más de 30 que hay en la puerta principal de acceso a la Unidad Académica de Psicología, también están profes de Historia, Filosofía, Letras, Arqueología, y de Bibliotecas. Ya tienen su grupo de wats para estar más comunicados.
De pronto, llegan más maestros y maestras. Hay tiempo para abrazarse, para poner buena cara y animarse ante lo que viene, han optado por aplicar el modo un día a la vez, que les permita aligerar la carga de la lucha y resistir.
«Aquí en psicología hay muchos docentes como tiempo determinado y que tienen más de 10 años trabajando, sería justo que obtuvieran el menos medio tiempo de base, si tienen para contratarlos por hora clase deberían tener para mejorarles sus condiciones», dice otro profe.
«Ya entrados vemos quien trae la carnita asada», sigue el chascarrillo; en tiempos de huelga también se vale sonreír.

TRES
Un joven entra por el área de psicología en busca de uno de sus profes, justo en el momento que los huelguistas abren la puerta para acomodar la bandera.
-¿A dónde vas?- preguntan los docentes.
-Vengo con mi profe, me quedé de ver con él-, responde el joven, con su mochila en la espalda.
-Ya no se puede, están suspendidas las actividades académicas-, insiste uno de los profes en guardia.
-¿No hay clases?-, insiste el joven
-Estamos en huelga-, le reviran con paciencia.
Y el joven se retira entre norteado y desconsolado.
CUATRO
Tomás tiene un delicioso changarro de comida a unos cuantos pasos de la Secundaria de la UAZ, esos chamacos y chamacas adolescentes que suelen buscar los famosísimos Calzones a la italiana que elabora este chef zacatecano que de 1989 a 2014 vivió en el estado de Montana, Estados Unidos.
Los Calzones de Tomás son como Pizzas en forma de empanada que con una sola pieza y a 20 pesitos sacian el hambre adolescente.
«Yo creo que con la huelga me van a bajar las ventas un 70 por ciento, pero seguiré abriendo por aquello de los desbalagados», dice.
Mientras, en una de las mesas de la entrada degustan chilaquiles, agua de piña y chicharroncito sabroso dos profes y una maestra, uno de ellos, mientras come observa en su celular un video del rector Rubén Ibarra en el que asegura: «está cubierta la prestación para jubilados por 20 millones 900 mil pesos».
«La huelga debe servir para bajar del pedestal a algunos, ya veremos cuánto dura», dice el profe, acto seguido piden la cuenta, los tres pagan por separado, se van y Tomás continúa su faena.

CINCO
«Como en todas las unidades académicas aquí en la secundaria tenemos compañeros que les beneficiaría mucho un cambio de nivel o una basificación horas clase, tenemos compañeras a las que no se les ha pagado el bono de los 25 años, básicamente son esas cuestiones que compartimos prácticamente con el personal docente de toda la universidad», dice Carlos Sánchez Luévano.
Son las 2 de la tarde y el tradicional relajo de la chamaquiza adolescente no está, en cambio se vive en este lugar una tranquilidad y un silencio inusuales.
¡A resistir lo que tengamos que resistir, hasta que este proceso llegue a buen fin!, insiste el profe Luévano mientras dos de sus compañeras en las escalones que llevan a la puerta principal están sentadas aprovechando el solecito en una butaca para cinco personas.
Aquí confían que la sensibilidad sea la ventana de oportunidad para la resolución de los problemas en la UAZ.
SEIS
«Mejor no hubiera habido huelga, como ya es mi último año no me gustaría perder tantas clases», dice una joven de tercer año de secundaria acompañada de su madre, ambas esperan el camión en la parada del puente peatonal afuera de la escuela de Minas.
«Nadie trabaja de a gratis, necesitan que les paguen», considera Sonia, otra alumna universitaria.
SIETE
…Y mañana será otro día, aunque los problemas en la universidad son los mismos desde hace muchísimo tiempo.
