Mercurio

Ciudad de México,(25-10-2024).-La memoria es una construcción traidora y engañosa. Cambia las situaciones, da intencionalidad a la casualidad y, muchas veces, sentido al sin sentido. La memoria es la materia de la leyenda y la superstición, del engaño y la impostura, pero también, y eso es lo más importante, es la materia de la filosofía, el arte, la literatura y la historia; de la belleza y la verdad.

Venus

La memoria es como Shiva, la dualidad del destructor-creador del ciclo cósmico, que destruye lo que encuentra para propiciar el renacimiento; la memora también es, puede ser, podría haber sido Hel la regente del reino de los muertos con la mitad de su cuerpo absurdamente hermosa y la otra, cadavérica.

Tierra

La memoria es, en resumen, la materia de la vida, los huesos y tendones de la realidad, que nos reconstruyen y permiten reconocernos y recordarnos, como lo que fuimos, lo que seremos y, tal vez sobre todo, lo que deberíamos haber sido.

Marte

“En la medida en que mi cerebro juega al queso gruyer y deja vacíos, zonas muertas y repletas de telarañas donde deberían estar los recuerdos, escribo también para rescatarme”, asegura el inmortal Paco Ignacio Taibo en Los alegres muchachos de la lucha de clases.

Cinturón de asteroides

Mi papá siempre ha dicho que prefiere escribir para platicar, porque así “nadie lo interrumpe ni critica lo que dice”; yo cada vez más prefiero escribir, para fijar mis memorias en esa especie de juego Big Fish (por la película de Tim Burton de 2003) porque según mi hija Elba todas las historias que escribo son tan ciertas como inventadas.

Júpiter

Pues creo que solo queda seguir recolectando recuerdos, fijándolos en el papel o en la etereidad digital, para seguir con ese juego de espejos que se llama vida y se construye a base de recuerdos.