Presente UAZ en homenaje a Thomas Mann

Por Ágora Digital///Redacción
Zacatecas,(08-06-2025).-El escritor y docente de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Sigifredo Esquivel Marín, fue invitado a la ciudad de México (CDMX) al Palacio Legislativo de San Lázaro, al homenaje por los 150 años del natalicio del escritor y ensayista alemán, Thomas Mann, donde compartió micrófono con el poeta y también escritor, Armando González Torres.
En su participación, el universitario expuso una radiografía “desde una modernidad en ruinas” dedicada a Thomas Mann. Expresó que cuando lo leyó durante su juventud, lo atrapó de una forma “estética, precisa y rigurosa a los estados del alma más complejos, paradójicos, ambiguos y contradictorios; en mi juventud no había entendido como su lectura me había atrapado, pero, hoy en día sí”.
Su obra, detalló el investigador universitario, expresa el alma humana en sus formas arquetípicas, pero lo hace de manera dinámica, ya que contiene un puente entre lo singular, el ethos de la época y la condición humana. Su obra, se sitúa en una narrativa que entremezcla el ensayismo, viñetas literarias y plásticas, descripciones poéticas y reflexiones filosóficas de largo alcance.
Esquivel Marín subrayó que las novelas de Mann tienen la capacidad de atrapar al lector sin dejar de lado las necesidades y ambigüedades metafísicas. “El doctor Faustus es una meditación sobre la caída en la barbarie, el fascismo y la crisis de valores de Alemania y de Europa, y podríamos decir, de la modernidad en su conjunto, así la novela abre un diálogo trans e interdisciplinar con la música contemporánea, la filosofía de la música de Adorno y la poesía de autores como Goether, Rilke, Paul Celan; esto no quiere decir que Thomas Mann los tome como modelos, sino que más bien, hay profundas resonancias que confluyen en una meditación sobre el arte frente a la barbarie y redefinición de la humanidad”.
Además, el investigador universitario comentó que Thomas Mann, quien fue admirador de Wagner, Schopenhauer y Nietzsche, “concibe cada novela como una sinfonía, una obra de contrapunto donde se efectúa un concierto vigoroso entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Mann se interesa por la vida y obra de Nietzscche y de hecho algunos de sus personajes centrales son enmarcados de sus ideas y perspectivas, lo mismo sucede con el psicoanálisis donde Mann lee a Freud, igual que García Márquez, como un gran fabulador y viceversa, es decir, explora la literatura como la más profunda indagación psicológica y antropológica del ser”.
Bajo esa visión, Sigifredo Esquivel afirmó que, “quienes admiran a Thomas Mann, son legión en el mundo, dejando a un lado sus ideas pronacionalistas, pro-germanistas y beliciastas de sus primeras obras, aunque quizá nunca dejó de ser y sentirse como un auténtico alemán, luego sabemos que ocurrió el debate sobre la cultura y tuvo que exiliarse. El exilio va transformando a Mann en un hombre más consciente de la situación, quizá en el fondo, porque él mismo nunca dejó de ser alemán y sentirse continuador y digno heredero de Goethe”.
El connotado escritor universitario destacó que resulta imprescindible la obra de Thomas Mann en los grandes novelistas del boom latinoamericano como García Márquez, Cortázar, y otros como Rulfo y Roberto Arlt, Juan Carlos Onetti, quienes más que influencia -dijo, “habría que hablar de confluencias, de una búsqueda por hacer de la narrativa un espacio poliédrico para repensar la condición humana. Thomas Mann, invita a contemplar nuestros abismos y no quedar hechizados por la fascinación de su implacable embrujo”, concluyó.